martes, 24 de abril de 2012

Mi acción consistiría en una negativa militante a realizar ninguna acción. Esto era nihilismo elevado al nivel de una proposición estética. Convertiría mi vida en una obra de arte, sacrificándome en aras de tan exquisitas paradojas que cada respiración me enseñaría a saborear mi propia condena.



El Palacio de la Luna. Paul Auster.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Rayuela

Pero el higiénico retroceso de un Descartes se nos aparece hoy como parcial y hasta insignificante, porque en este mismo minuto hay un señor Wilcox, de Cleveland, que con electrodos y otros artefactos está probando la equivalencia del pensamiento y de un circuito electromagnético (cosas que a su vez cree conocer muy bien porque conoce muy bien el lenguaje que las define, etc.). Por si fuera poco, un sueco acaba de lanzar una teoría muy vistosa sobre la química cerebral. Pensar es el resultado de la interacción de unos ácidos de cuyo nombre no quiero acordarme. Acido, ergo sum. Te echás una gota en las meninges y a lo mejor Oppenheimer o el doctor Petiot, asesino eminente. Ya ves cómo el cogito, la Operación Humana por excelencia, se sitúa hoy en una región bastante vaga, entre electromagnética y química, y probablemente no se diferencia tanto como pensábamos de cosas tales como una aurora boreal o una foto con rayos infrarrojos. Ahí va tu cogito, eslabón del vertiginoso flujo de fuerzas cuyos peldaños en 1950 se llaman inter alia impulsos eléctricos, moléculas, átomos, neutrones, protones, potirones, microlxitones, isótopos radiactivos, pizcas de cinabrio, rayos cósmicos: Words, words, words. Hamlet, acto segundo, creo. Sin contar —agregó Oliveira suspirando— que a lo mejor es al revés, y resulta que la aurora boreal es un fenómeno espiritual, y entonces sí que estamos como queremos...
—Con semejante nihilismo, harakiri —dijo Etienne.


Julio Cortázar

martes, 13 de diciembre de 2011

Los renglones torcidos de Dios.

-¡Ah, qué terrible es el sino de los pobres locos, esos "renglones torcidos", esos yerros, esas faltas de ortografía del Creador, como los llamaba el "Autor de la Teoría de los Nueve Universos", ignorante de que él era unos de los más torcidos de la caligrafía divina.

-Eres adorable, Alicia, hasta para hacerme sufrir.

(Torcuato de Luca)

Solaris

-Cosa rara ¿no? Un hombre que simultáneamente se avergüenza del objeto de su codicia y lo adora más que a nada en el mundo.

-Sí, peores, y me alegro de que me creas. Hay cosas que ocurren y que son horribles. Pero lo más horrible es... lo que no ha ocurrido, lo que nunca existió.

(Stanislav Lem)

sábado, 4 de junio de 2011


¿No sabes que el Diablo no existe, y que es sólo Dios cuando está borracho?

martes, 15 de marzo de 2011

La insoportable levedad del ser.

- Entonces, ¿qué hemos de elegir? ¿el peso o o levedad?

-...y se daba cuenta de que no sabía si se trataba de histeria o de amor.

-Las metáforas son peligrosas. Con las metáforas no se juega. El amor puede surgir de una metáfora.

-Casi flotaba. Se hallaba en el campo mágico de Parménides: disfrutaba de la dulce levedad del ser.

-A diferencia de Parménides, para Beethoven el peso era evidentemente algo positivo. Es muss sein.

-Tomás nació de la frase einimal ist keinmal. Teresa nació de una barriga que hacía ruido.

-¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el irresistible deseo de caer.


jueves, 10 de marzo de 2011

El caballero del jubón amarillo. (Pérez-Reverte)

-...probando así que no hay locura a la que el hombre no llegue, abismo al que no se asome, y lance que el diablo no aproveche cuando hay mujer hermosa de por medio.

-Y qué más da, pensó el capitán. Vida o no vida. Amor mío o de otros. Mi locura o mi cordura. Mi, tu, su corazón. Esa noche estaba vivo. Al menos en un mundo donde nadie regalaba nada; donde todo se pagaba antes, durante o después.

-Era bellísima. Y era francesa.

-Por eso cuando alguien me pregunta qué respeto de esta infortunada y triste España, siempre repito lo que le dije a aquel oficial francés en Rocroi. Pardiez, contad los muertos.

-Sonó sincero. Sonó a mentira. Sonó a cualquier cosa probable o improbable, posible o imposible; y lo cierto es que me daba igual cómo sonara. Ella estaba cerca. Mucho.

-No aprecio más rey que el de la baraja, ni conozco a otro Dios fuera del que uso para blasfemar. (Malatesta)

-Y al cabo, más ahora pelo de alcatara que soga de esparto... ¡Puttana Eva!


A ensañarnos morir vamos en el sueño.




"huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,                      
olvidar el provecho, amar el daño:

  creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe."       Lope de Vega.